La pedagogía de la Comisión de la Verdad en Colombia (parte 2)

Tuve la oportunidad de coordinar la pedagogía de la CEV de la Verdad durante los últimos ocho meses de su existencia. Voy a dedicar cuatro columnas a contar esta experiencia. En esta segunda, las dificultades y el desarrollo de la estrategia.

Por Juan Camilo Aljuri Pimiento

Para iniciar el trabajo pedagógico nos tomamos el mes de noviembre en la planeación, lo que implicó hacer presupuestos y trabajar en el plan operativo anual. Aquí, un consejo para quienes lo hacen en otras oficinas públicas: menos es más. Escribir líneas generales es ideal y la trampa de la especificidad solo traerá la necesidad de cambios y frustraciones.

También fortalecimos los dos equipos que existían: al de Generación V+ le contratamos a dos jóvenes maravillosos que le dieron vida y que permitieron una mejor interacción con los y las voluntarias. Al de los laboratorios de co-creación (proyecto que mutaba hacia una comunicad de aprendizaje llamada Que la Verdad sea Dicha) le contratamos a su pasante, que también ofreció nuevas posibilidades que hoy en día, agradezco.

El reto inmenso era armar el equipo nuevo, aquel que construiría los materiales pedagógicos. Para hacerlo, traje a dos personas que admiro mucho, Heidy Gordillo y Jefferson Gallego, con quienes había trabajado antes y quienes habían pasado también por la Comisión (en adelante CEV). Fueron ellos dos los encargados de coordinar esta apuesta y materializarla. De ellos y su equipo es el éxito de lo conseguido. Contratamos a Diana Velásquez (con quien también había trabajado), a Karen Díaz, Quena Leonel y David García; cada uno traía su experiencia diversa del sector educativo y mirando para atrás, agradezco la fortuna de haberlos tenido allí. Un equipo como pocos he visto en todos estos años.

Este equipo estuvo contratado desde finales de enero de 2022, lo que nos daba cinco meses para la preparación de la sociedad para la llegada del informe final y dos meses para hacer pedagogía sobre el informe. Era una locura.

El primer problema que encontramos tiene que ver con dos palabras que se utilizan indiscriminadamente en diferentes escenarios: pedagogía y comunicación. Entiendo que las dos se coquetean y relacionan, pero no son lo mismo y en muchas oportunidades, dentro de la CEV se pensaba que pedagogía era dar a comunicar lo que hacíamos. Eso es en parte verdad, pero deja un espectro amplio desatendido.

El segundo problema era una idea que se daba por sentado: la pedagogía la harían los aliados de la CEV. Esto me conflictuaba un poco por lo mismo que enuncié en el primer problema: no todo el mundo tiene la experticia pedagógica y por eso mismo, suele reducirse a crear espacios de socialización de información.

Mi manera inicial de solucionar estos problemas la mencioné en la columna anterior conté que mi sueño era “producir una serie de materiales que permitieran desarrollar competencias o habilidades relacionadas con el mandato de la Comisión”. Esta pelea la perdí rápidamente y en el afán de las cosas, optamos por bajar las expectativas.

¿Cómo comenzamos entonces? Había muchos equipos con necesidades pedagógicas. Decidimos comenzar un trabajo mancomunado con los equipos misionales, a saber: los cuatro objetivos, los tres enfoques, relacionamiento con el Sistema integral para la paz, direcciones de territorios y pueblos étnicos, el equipo de la transmedia, la oficina de cooperación y otros.

Cada uno deseaba algo distinto y muchos equipos, como es usual, querían una caja de herramientas, pero la vida no saba para hacerlo. Tampoco había una necesidad real de esas cajas, así que realizamos reuniones con cada equipo para ayudarlos a acotar sus necesidades pedagógicas y trazar una ruta de producción que los involucrara, reconociendo que eran los equipos los que tenían la experticia técnica.

Dentro de los documentos que se produjeron como parte de la preparación de la sociedad para la llegada del informe se encuentra:

    1. Un libro que presenta el trabajo de la Comisión (mandato, objetivos, enfoque, Legado, etc.).
    2. Dos catálogos pedagógicos que extienden y desarrollan la información del punto 1.
    3. Un libro con varias guías pedagógicas que recogen metodologías para el diálogo social.
    4. Una guía pedagógica de la transmedia digital.
    5. Guías pedagógicas para clubes de lectura, teatro foro, cine foro y conversas para la juntanza.
    6. Fanzines del enfoque de género.

 

Adicional a esto, produjimos un sinfín de presentaciones que daban cuenta de los diferentes productos, dos flyers que sintetizaban a Generación V+ y la comunidad Que la Verdad sea Dicha (QLVSD) y acompañamos múltiples espacios pedagógicos de los equipos misionales y de entrega del legado al Sistema integral para la paz.

Aquí vale la pena contar otra dificultad que encontramos: más allá del trabajo de la comunidad QLVSD, la Comisión tuvo poco trabajo e incidencia con docentes, razón por la cual pedimos a varios aliados que nos apoyaran con materiales que pudieran ser utilizados en la escuela. El primero de estos proveniente de Educapaz, dos libros del profesor Alexander Ruíz Silva de la Universidad Pedagógica Nacional y el producto de un trabajo con docentes en Cúcuta realizado por la Fundación Memoria y Ciudadanía y la Universidad de Bristol.

Todo lo anterior, construido en menos de seis meses.

Para terminar esta columna, quiero detenerme en la segunda apuesta de la estrategia, que era la pedagogía sobre el informe final. Desde el primer día en la Comisión aclaré que sin conocer el informe no sería posible construir una pedagogía sobre este. El tiempo me dio la razón y el informe fue publicado de a poco entre junio y agosto.

Como no pudimos conocer sus contenidos previamente y los volúmenes eran tan extensos, le pedimos a los equipos que produjeron cada volumen que diligenciaran una ficha que construimos, revisamos y diagramamos para publicar. En estas publicaciones llamadas “guías para la pedagogía” los equipos nos contaron cuáles fueron las preguntas que orientaron la investigación, la metodología utilizada, principales temas, hallazgos y recomendaciones y algunos datos relevantes. Se cuenta con guías de los siguientes volúmenes: 

  • Colombia adentro
  • Cuando los pájaros no cantaban
  • Hallazgos y recomendaciones
  • La Colombia fuera de Colombia
  • Mi cuerpo es la verdad
  • No es un mal menor
  • No Matarás
  • Sufrir la guerra y rehacer la vida
 

Desafortunadamente no se cuenta con guías de los volúmenes Hasta la guerra tiene límite y Resistir no es aguantar porque los equipos no la entregaron. Y me permitiré una curiosidad: estas “guías” no son resúmenes y las pensamos inicialmente como invitaciones a la lectura de los volúmenes, ya que contienen información para la socialización que le solicitaban a la CEV pero no desarrollan los argumentos. El nombre “invitaciones”  a la lectura no gustó y ganó el de “guías para la pedagogía”, así formalmente, no lo sean.

En la próxima columna presentaré cada uno de los materiales que construyó el equipo, los que nos ofrecieron los aliados y el resultado final que le dejamos a la sociedad en la sección de pedagogía de la transmedia. Esto, con miras a que sea conocido y compartido, pero sobre todo, utilizado.

 

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